Su nombre es Mario Alberto Vázquez, tiene 20 años y es hijo de María Jiménez quien se encuentra desesperada y muerta en vida tras su desaparición ocurrida el pasado viernes 27 de mayo cuando se dirigía a Puerto Vallarta a trabajar como custodio.

«El último mensaje me lo mandó a las 8:42 de la noche y me dice; -‘ya llegaron por mí’ y yo le dije, hijo cuídate mucho que Dios te bendiga y te proteja de todo los peligros y me dijo -‘sí mami’- y fue el último mensaje que tengo de él», explicó.

De acuerdo con su madre, Mario Alberto le comentó que se iría a trabajar de custodio de tráileres por un tiempo mientras reunía el dinero que necesitaba para ir pagando sus deudas y sentirse un poco menos presionado. Su ruta de trabajo sería viajar de Puerto Vallarta a Nuevo Laredo y una vez que llegara al Puerto lo estarían esperando las personas que lo contrataron para el trabajo.

Mario Alberto si llegó, pero nada se volvió a saber de él. Su familia desconoce quiénes eran las personas con las que iba a trabajar.

«Y esa persona que lo recogió le decía que se fuera a Vallarta que consiguiera para el boleto y que media hora antes de que llegara a Puerto Vallarta le avisara y ellos iban a mandar a una persona que iba a pasar por él y yo le dije quién es esa persona y me dice es el jefe de custodios allá de Vallarta», detalló la mujer.

María explicó que su hijo quería trabajar de camionero, pero necesitaba los recursos monetarios para poder pagar la licencia, pero al no tenerlo optó por irse fuera sin imaginar lo que se avecinaba.

«Como dice mi esposo, nos sentimos culpables de no haber tenido dinero para darle dinero y que sacara su licencia y trabajará y él no se hubiera ido, no se hubiera ido, pero ahora sí que los arrepentimientos ya no sirven de nada», señaló.

Por su caso, este martes su familia interpuso una denuncia en la Fiscalía de Personas Desaparecidas, donde le comentaron que su caso sería trasladado a Puerto Vallarta porque fue en ese municipio dónde despareció.

María solo pide que le regresen con vida al menor de sus cuatro hijos. porque en casa lo esperan hermanos, cuñadas, sobrinos y su pequeño hijo de apenas dos años de edad.

«Que me regresen a mi hijo, es para mí el niño más chiquito, es mi bebé. Que se comuniquen a Fiscalía, que se comuniquen al 911 y que me den razón de mi hijo para saber que mi hijo está vivo porque ahorita yo le mandaba mensajes y le decía hijo no me mates en vida por favor, pero no me contesta los mensajes ya. Mi esposo está destruido el aguanto muchos días y ahorita ya se me está derrumbando», dijo entre lagrimas.

Su familia lo describen como un joven alegre, honrado, cariñoso y trabajador. El último día que salió de la casa de sus padres traía puesto un pantalón de mezclilla color azul, playera del mismo tono y unos tenis en color blanco.