Las grandes urbes no son su único espacio habitable. El skateboarding puede practicarse en cualquier territorio, sobre todo en cualquier lugar donde exista infraestructura para ejecutar movimientos, suertes y acrobacias sobre una patineta. Puerto Vallarta, por ejemplo, es muestra de que un destino turístico también puede ser hogar de futuros skaters.
Si bien es cierto que es zona playera, Vallarta cuenta con condiciones propicias para el desarrollo del skateboarding debido a la promoción deportiva que existe en la entidad. Desde softbol hasta disciplinas acuáticas, este rincón jalisciense tiene una oferta diversa para hacer deporte. Y el skate no podía faltar. Un aspecto a considerar para su evolución es la demografía infantil y juvenil de su población.
“Vallarta es una ciudad en la que existe un gran número de niños y adolescentes. Se trata de nuevas generaciones que se han sentido atraídas por deportes de su época, disciplinas que les generan emoción y adrenalina. Son deportes que además van acompañados de una cultura particular con música, vestimenta y actitud. Uno de ellos es el skateboarding, que es muy practicado en Vallarta”, comenta Rebeca Scotti, CEO y fundadora de Vallarta Skate Project.
Con certeza de que la juventud vallartense y de sus cercanías han encontrado en el skateboarding una puerta a la disciplina, el ejercicio y la diversión, Rebeca Scotti pronostica un futuro alentador para la formación de atletas que puedan representar a México en Juegos Olímpicos: “Por supuesto que se puede competir por un boleto para ver a skaters mexicanos. Se toman con seriedad la patineta, por eso se entrenan, se preparan física y mentalmente. La profesionalización del skateboarding en Vallarta puede dar grandes resultados no solamente deportivos, sino sociales, porque mantienes a una juventud enfocada en propósitos que valen la pena”.
Marco Corona, coordinador de Marketing de Action Sports de Vans México, coincide con Rebeca Scotti en ese sentido. Ambos se congratulan de que se cree el skatepark Río Mar en Vallarta porque eso impulsará aún más al talento local, fomentará la intención de profesionalizar el skateboarding en más rincones y se promueve la cultura: “Después de lo que vimos en Juegos Olímpicos, muchos chicos confirmaron que la patineta es deporte de alto rendimiento, pero muy apasionante. También notaron que va más allá de hacer acrobacias. Se acercan a la música, al arte urbano, a documentales, a todo lo que envuelve este universo. Es un deporte que igualmente genera comunidad”.