La magia de las matemáticas nunca falla, especialmente cuando revela la disparidad entre el valor del esfuerzo local y el despilfarro en viajes de ‘capacitación’. En Puerto Vallarta, el contraste es tan nítido como preocupante.

Mientras que nuestros bomberos, esos héroes cotidianos, reúnen fondos vendiendo 1,000 calendarios a 500 pesos cada uno, sumando un total de 500,000 pesos, tenemos al otro lado de la moneda al alcalde Luis Munguía y su comitiva, quienes gastan cerca de 400,000 pesos en una escapada a Santa Bárbara.

El Verdadero Costo del Heroísmo

Los bomberos de Vallarta no solo combaten llamas, sino también la indiferencia presupuestal. Cada calendario vendido a 500 pesos es una pequeña victoria para la compra de equipo necesario: botas, cascos, guantes. Cada fotografía, ardiente o no, vale cada centavo recaudado y más.

Un Viaje Cuestionable

Por otro lado, tenemos el viaje ‘formativo’ del alcalde Luis Munguía y sus acompañantes. Con un costo aproximado de 2,000 dólares por persona, esta aventura americana parece más un tour turístico que una misión educativa. ¿Acaso los protocolos de guardavidas no pueden estudiarse mediante cursos en línea o seminarios virtuales? La justificación de «observar y aprender» suena a excusa barata pagada en dólares.

Comparaciones que Duelen

Si ponemos en la balanza los 500,000 pesos recaudados con esfuerzo por los bomberos contra los 400,000 pesos gastados en el viaje, la ironía es amarga. Con el dinero de la ‘gira para estudiar’, se podría financiar casi un proyecto completo para nuestros rescatistas, asegurando no solo su seguridad en el trabajo sino el éxito en su heroico esfuerzo.

Sarcasmo a la Orden del Día

Quizá el alcalde y su comitiva deberían considerar posar para el próximo calendario de bomberos. Después de todo, si vamos a gastar dinero en ellos, al menos que sea en una foto donde su ‘trabajo’ pueda apreciarse claramente. O mejor aún, ¿qué tal un calendario de viajes municipales? Seguro daría para décadas ediciones.

El Precio de las Prioridades

Mientras nuestros bomberos se la juegan en cada urgencia, la administración municipal parece jugar a la lotería con los fondos públicos. Y en este juego, los únicos que no ganan son los ciudadanos de Vallarta, que ven cómo se evaporan recursos que podrían marcar la diferencia en sus vidas.

Así que la próxima vez que Luis Munguía hable de ‘capacitación’, tal vez deberíamos pedirle que defina qué tipo de magia usa para transformar la austeridad en turismo de aventura. Porque a este paso, el único truco que veremos será el de la desaparición del dinero público sin ningún aplauso más que el de su propia comitiva.