La Riviera Nayarit atrae a turistas de todo el mundo por sus impactantes y paradisíacas playas, sus paisajes selváticos y las coloridas tradiciones que conserva su gente. En los últimos años ha sabido posicionarse como uno de los destinos más elegidos de México y su oferta turística crece cada vez más.
Con costas ubicadas en el centro occidental de México, Riviera Nayarit tiene un clima agradable para disfrutar de las maravillosas playas todo el año. Para ello, la Oficina de Visitantes y Convenciones de Riviera Nayarit resalta cinco hermosas playas que cualquier viajero puede disfrutar en este destino.
Playa del Toro
Esta playa virgen y poco conocida tiene 200 metros de largo y es ideal para quienes buscan alejarse de las multitudes y encontrar un lugar en donde relajarse. Además, cuenta con un oleaje tranquilo para bañarse en el mar. Se ubica a tan solo cinco kilómetros de Rincón de Guayabitos.
Playa Frideras
Un verdadero oasis natural donde encontrar la paz, con contrastes naturales que regala un mar de aguas turquesas bordeado por el verde de una extensa vegetación. Se encuentra a 15 minutos de Rincón de Guayabitos, o a 40 minutos desde Sayulita.
Playa Matachén
La Bahía de Matanchén, en San Blas, es una de las joya de la Riviera Nayarit. La amplitud de sus playas, con más de 7 kilómetros de largo y 30 metros de ancho, permite que sus visitantes puedan disfrutar de un atardecer de ensueño mientras realizan una larga caminata o practican algún deporte acuático.
Playa Tortugas
Este quizás sea el escenario más bello de Riviera Nayarit, se encuentra en el municipio de Compostela. En este refugio de 8 kilómetros de largo los amantes del ecoturismo encontrarán un destino ideal para fusionar el espíritu de aventura con el cuidado de la naturaleza. El nombre de la playa se debe a que durante el verano llegan miles de tortugas a desovar.
Playa Los Venados
El sonido que genera el romper de las olas, que forman impresionantes cortinas de agua es un maravilloso espectáculo que regala la naturaleza en esta playa localizada en el extremo sur de Lo de Marcos. Los que prefieren no quedarse quietos pueden hacer senderismo y ascender por el cerro que la rodea para, desde el punto más alto, tener una vista panorámica de sus impresionantes paisajes.