Este lunes, Puerto Vallarta se vio interrumpido por la llegada de Adán Augusto López Hernández, quien tras dejar su puesto en la Secretaría de Gobernación, ha comenzado su gira nacional como aspirante a la contienda interna de Morena rumbo a la presidencia de 2024.
Su Asamblea Informativa “Para la continuidad de la Cuarta Transformación” reunió a unas 3 mil personas, en su mayoría procedentes de fuera de la localidad, en la Unidad Deportiva La Lija.
En su discurso, López Hernández enfatizó que la gestión del presidente Andrés Manuel López Obrador es sólo la «primera fase de la transformación», y subrayó la necesidad de continuar este cambio desde abajo. Aunque este es un mensaje que resonará con algunos, cabe preguntarse a quién va realmente dirigido.
Los organizadores prometieron un auditorio lleno, y ciertamente lo lograron. Pero, ¿a qué costo? Miles de personas no pudieron llegar a tiempo a sus trabajos en Bahía de Banderas ya que los autobuses que normalmente los transportan, fueron utilizados para llevar a la gente al evento. Parece que la conveniencia política supera a la necesidad de los trabajadores locales.
Además, muchos de los que llenaron el recinto de La Lija fueron traídos desde Bahía de Banderas, y no eran vallartenses. ¿Podemos considerar este evento un éxito si la mayoría de los asistentes no eran locales? ¿No es esto una forma de engañar a López Hernández y a nosotros mismos sobre el verdadero apoyo que tiene en nuestra ciudad?
En definitiva, el inicio de la gira de López Hernández en Puerto Vallarta, presentada como la «cuna del Morenismo», parece más una maniobra de relaciones públicas que una auténtica conexión con los ciudadanos. Queda claro que la prioridad para algunos no es el beneficio del pueblo, sino llenar auditorios a cualquier costo.