A pesar de los impactos ambientales y económicos que representa la pérdida de alimentos, en Jalisco se desperdicia cada año el 25 por ciento de la producción total de víveres que equivale a 19 millones 861 mil toneladas anuales.
Así lo refiere el Diagnóstico sobre la Pérdida o Desperdicio de Alimentos 2019 financiado por la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial, para diseñar una estrategia que ayude a detectar dónde se encuentran los factores que merman la producción y dimensionar los impactos ambientales.
De acuerdo con el documento, en el caso de la producción primaria, se pierde anualmente 9.72 por ciento de los productos totales. En cuanto agrícolas se desperdicia en Jalisco el 10 por ciento, de los pecuarios el 14 por ciento y de leche sólo 3 por ciento.
En esta primera fase de la producción, se reconoce que las condiciones climatológicas adversas son de los principales factores, sin embargo existen más.
«Las prácticas como la elección de las variedades de semillas, el manejo de fertilizantes, insecticidas, herbicidas, la poca organización y el manejo inadecuado del producto hasta su traslado contribuye a las pérdidas ocasionadas en el campo», señala.
«Existen otras causas humanas de carácter externo que tienen influencia en el campo, como las fallas de mercado, es decir, las ineficiencias en las ventas que ocurren en gran parte debido a monopolios u oligopolios».
Además, se indica que entre los impactos ambientales del desperdicio de alimentos figura la pérdida de agua, el uso de plaguicidas, emisiones de gases efecto invernadero por transporte, desechos, entre otros.
«El alimento agrícola con más pérdidas resultó ser el maíz y se obtuvo que las mayores pérdidas se dieron en la cosecha (…) en el sector agrícola las fallas de mercado destacan, ya que conduce a grandes fluctuaciones de precio que tienen efectos descomunales», explica. Danzantes frente a la Basílica en la Romería de la Virgen de Zapopan 2022