En el mundo de la política vallartense, parece que algunos candidatos necesitan urgentemente una recalibración de sus calculadoras.

No me refiero a un simple ajuste de baterías, sino a una profunda revisión de cómo suman y restan aliados en sus filas. Hoy, desgranamos la mala aritmética de Ramón Guerrero, alias el Mochilas, con su más reciente adquisición: Teresita Marmolejo.

Uno: La Suma Que Resta

La aritmética clásica no miente; para incrementar el total, hay que añadir valores positivos. Sin embargo, Ramón parece haber olvidado esta regla básica al incluir a Teresita en su campaña.

A la luz de los recientes acontecimientos, ella no suma, sino que resta. ¿La razón? Su manifiesta falta de habilidades políticas, demostrada en una serie de negociaciones infructuosas y negativas con el PAN, PRI y PRD. Si la política fuera un juego de ajedrez, Teresita sería un peón que camina hacia atrás.

Dos: Incompetencia Procedimental

Sumar a alguien al equipo debería fortalecer la estructura, pero ¿qué sucede cuando este nuevo miembro carece de conocimiento crítico sobre los procedimientos electorales?

Esto fue evidenciado cuando Teresita falló en completar los trámites necesarios ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco. En una carrera donde cada paso administrativo puede ser el talón de Aquiles, tener a alguien que tropieza con la burocracia es más un lastre que un impulso.

Tres: Un Trío de Traiciones

Finalmente, y quizás más destructivo, es el hecho de que Teresita ha mostrado una flexible interpretación de los valores de lealtad, compromiso y competencia. Traicionar a tres partidos políticos no solo es un récord lamentable sino una clara demostración de que sus principios son tan estables como un castillo de naipes en un día ventoso. En política, la confianza es la moneda de oro y Teresita parece solo tener monedas de chocolate.

¿Qué Suma Ramón Guerrero?

La gran pregunta para los electores es qué cree Ramón que está sumando a su campaña con una figura como Teresita. En un entorno político donde la percepción lo es todo, añadir a alguien con un historial tan cuestionable parece ser una receta para el desastre. ¿Es este un caso de mala matemática, o hay algo más bajo la superficie que el público no puede ver?

Desde las vibrantes calles de Puerto Vallarta hasta la tranquila playa de los Muertos, los ciudadanos merecen líderes que sepan sumar correctamente y que entiendan que en la suma de sus acciones se juega el futuro de nuestra comunidad. Ramón necesita revisar su aritmética, porque en la política, como en la vida, 2 – 3 siempre será -1.